El Karate Budo (Karate como arte Marcial) es un Arte de defensa personal que trata sobre defender
la vida en un momento determinado y defenderla con la máxima eficiencia. Esa
máxima eficiencia es traducida como dar cuenta de un combate con un solo golpe: Ikken Hissatsu. Este término encuentra sus
orígenes y fundamentos en el espíritu Samurai.
Al respecto, citamos frases relacionadas al tema de algunos
maestros:
“Ippon Shobu
enseña al karateka a mantener la conciencia
aumentada y concentración superior porque no hay segundas oportunidades cuando
tu vida está en peligro”.
Sensei Keigo Abe
“ Cada golpe debe darse con el poder de todo el cuerpo detrás, con la
sensación de destruir al contrario con un solo golpe. Hay que creer que si el
golpe falla, la propia vida corre peligro.”
[….]
“Uno debe entrenar como si el enemigo estuviera justo delante. La idea
de derrotar a un adversario con un único golpe, nunca debe abandonarnos. Ahí
está el verdadero espíritu marcial.”
[….]
“….si se pone todo el poder, timing, fuerza y concentración en una
técnica, no debe haber necesidad de una segunda técnica……si la hay, ello
demuestra que su primera técnica no fue efectiva”
Sensei Gichin Funakoshi
Las frases citadas anteriormente muestran lo importante de Ikken Hissatsu para los antiguos maestros y nos llama a reflexionar
sobre cómo debemos enfocar nuestro
entrenamiento y espíritu marcial para lograr lo que los maestros señalan: la máxima
eficiencia, el golpe o técnica definitiva.
La esencia del término se afianza como hemos mencionado, en
la tradición Samurai. Ichi Gekki
Hissatsu era el término empleado por los Samurai para explicar que cada
ataque con su espada debería ser definitivo, debía significar una muerte. Esta
idea también se manifiesta en el Iaido, donde los practicantes del arte se
entrenan para desenvainar su espada en el momento justo y acabar con la vida de
su oponente. En el Karate el término utilizado para expresar la misma idea es Ikken Hissatsu refiriéndose al golpe
definitivo.
Es interesante comentar el contexto en el que el termino fue
concebido y es que en Okinawa los edictos dictados prohibían el uso de armas a
los lugareños, solo la guardia japonesa podía portar armas, es así que los practicantes
del Tode que era practicado secretamente, debían entrenarse con la idea de que
en caso de enfrentamiento solo tendrían una oportunidad para salir vencedores
ante un enemigo armado.
El sensei Mikio Yahara enfatiza este ancestral concepto
con las siguientes palabras: “Cuando una katana es desenvainada, la
sangre fluirá, sea del oponente o la propia”. Es evidente que la Katana
sola como arma no representa peligro, solo en las manos entrenadas de quien la
porta es que se convierte en un arma mortal.
El karate debe practicarse siguiendo esa misma idea y
espíritu marcial, entrenando las técnicas y la mente para estar en capacidad de
dar cuenta de un enfrentamiento con una sola técnica. Ese debe de ser el
verdadero espíritu del practicante del Karete Budo.
El Karate competitivo es pues contrario a esta filosofía. El
énfasis en la acumulación de puntos a través de diferentes oportunidades en kumite, es totalmente opuesto al pensamiento y
espíritu Samurai. Siguiendo el espíritu del Budo, si una técnica es aplicada
correctamente no hay una segunda oportunidad, es ippon, es la técnica
definitiva y el combate acaba. No se encuentra pues lógica en las competencias
en las que se permite la acumulación de puntos a través de sucesivas técnicas y en las cuales el contrincante puede
“reponerse” después de ir varios puntos abajo para eventualmente ganar el
combate. Esto es contrario al verdadero sentido del Karate como arte marcial.
Las competencias Shobu Ippon conservan
la idea de Ikken Hissatsu: hay
una sola oportunidad, una técnica definitiva debe ser aplicada, no hay una
segunda oportunidad, si cometes un error, si fallas tu vida corre peligro.
El Karate debe ser practicado, como menciona el Sensei Mikio
Yahara, con la mentalidad Shinken Shobu,
es decir que nos estamos entrenando para un “duelo a muerte”, donde no hay
lugar para los errores.
Grandes maestros como Nakayama, Higaona, Mabuni , insisten en la práctica apropiada
de Kihon, la repetición constante de las
técnicas básicas hasta que estas se tornen en nuestra segunda naturaleza, que lleguen
a ser instintivas, practicadas poniendo énfasis en su correcta ejecución,
potencia, foco y timming. Debe de guiarnos el pensamiento que una técnica debe
de ser capaz de detener definitivamente al oponente; nuestro Kihon debe
permitirnos aplicar a través de una técnica
la máxima potencia desarrollada por nuestro cuerpo en un punto, ese debe
de ser el espíritu que guie nuestro entrenamiento.
La práctica del Kata tiene un rol importante en este
contexto. Aparte de los fines educativos y de acondicionamiento físico, tiene
un papel importante en el desarrollo mental y espíritu marcial del karateca si
es practicado apropiadamente, y con el correcto enfoque. Cuando entrenemos
kata, debemos pensar que desde que iniciamos el kata con el primer movimiento
hasta que lo finalizamos con el ultimo, estamos inmersos en una pelea, en una
pelea en la que está en juego nuestra vida, en la que estamos enfrentando a
varios oponentes teniendo nuestra vida en juego y que cada técnica debe de ser desarrollada
de manera que sea definitiva. La concentración y visualización de este momento
en la ejecución de nuestro kata, desarrollara en nosotros el verdadero espíritu
marcial del Karate.
Ikken Hissatsu
debe de ser entonces el centro de todo, de nuestro Kihon, Kata y Kumite.
Quien practica el Karate Budo con verdadero espíritu marcial
entendiendo y enfocando su entrenamiento en Ikken Hissatsu y lo que representa, debe de ser consciente de las
habilidades y capacidades que ha desarrollado y de que el verdadero espíritu
del Karate es el perfeccionamiento del carácter y la no violencia, que nos
conducirán a ser mejores miembros de la sociedad. Las frases de dos maestros
nos deben llamar a la reflexión en ese sentido:
“Karate no sólo significa desarrollar fuerza física o aprender a
defenderse uno mismo. Sed serviciales con toda la gente y nunca luchéis contra
una persona. Si es posible, nunca intentéis golpear o herir, aunque cojáis
desprevenido a un ladrón o a una persona trastornada. Nunca os enfrentéis a
otros con puños y pies. Un hombre de carácter ama la paz y evitará cualquier
disputa. De esta forma, el karateka que más
practica debería ser el más humilde con los demás. Éste es el verdadero karateka “
ITOSU Ankoh
“ Si alguien ha obtenido el verdadero Karate y ha entendido
verdaderamente lo que es su auténtico significado, es muy difícil que se vea
fácilmente implicado en una pelea. Sabe que un ataque o una patada pueden
resultar en la pérdida de la vida. El Karate nunca debería ser utilizado a
menos que uno esté en el borde entre la vida o la muerte.”
FUNAKOSHI Gichin
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